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ToggleEstadísticas sobre lesiones medulares y parálisis
La mayoría de nosotros conocemos a alguien -o al menos, conocemos a alguien que conoce a alguien- que vive con una lesión medular o una parálisis. De hecho, según christopherreeve.org, casi una de cada 50 personas en Estados Unidos vive actualmente con algún nivel de parálisis, una cifra que es casi un 40% superior a las estimaciones anteriores. Es importante tener en cuenta que una lesión medular puede no provocar parálisis y que la parálisis no siempre es consecuencia de una lesión medular. La principal causa de parálisis es la apoplejía, seguida de la lesión medular y la esclerosis múltiple, mientras que casi la mitad de las personas con lesión medular sufrieron la lesión en un accidente de tráfico.
Encontrar (o mantener) un empleo puede ser muy difícil para las personas con una lesión medular o parálisis; sólo el 15,5% de las personas con algún nivel de parálisis tienen empleo, frente a más del 64% de las personas sin discapacidad. Igualmente consternador es el hecho de que quienes viven con una lesión medular o una parálisis a menudo no pueden permitirse un nivel de seguro médico que cubra adecuadamente las complicaciones asociadas a estas afecciones. Esto obliga a muchas de las personas con lesión medular o parálisis a depender de amigos y familiares como cuidadores principales.
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Prevalencia de lesiones medulares asociadas a accidentes de tráfico
Como ya se ha dicho, casi la mitad de las lesiones med ulares son consecuencia de un accidente de tráfico. (Las caídas, los accidentes deportivos y los actos de violencia constituyen gran parte de la otra mitad). Según un artículo de la revista NCBI, la probabilidad de sufrir lesiones graves de médula espinal en un accidente de coche es alta, ya sea debido al bajo nivel de las normas de fabricación de coches y de las medidas de seguridad de los vehículos, al mal diseño de las carreteras o al aumento de la falta de atención de los conductores.
Un accidente de tráfico puede causar un golpe repentino en la médula espinal (o en los ligamentos, discos y vértebras circundantes), provocando la rotura de vértebras o la dislocación o aplastamiento de tejidos. Algunas lesiones medulares sufridas en un accidente de tráfico pueden sangrar, y cuando la lesión se propaga por la médula espinal, los daños en el sistema nervioso pueden causar interferencias en las funciones motoras. Incluso cuando la médula espinal no se secciona en un accidente de tráfico, pueden producirse dificultades de funcionamiento. El impacto global de un accidente de tráfico que provoque una lesión medular dependerá de la localización exacta de la lesión medular, de la intensidad del accidente y del estado general de salud de la víctima.
Comprender las lesiones medulares y la parálisis
La médula espinal es una masa esponjosa de tejidos nerviosos cilíndricos, rodeada de vértebras. Cualquier tipo de daño por traumatismo o presión de un accidente puede interferir en el funcionamiento normal de la médula espinal. Una lesión medular puede parecer relativamente leve, pero con el tiempo puede ejercer presión sobre una vértebra ya debilitada, e incluso hacer que partes del hueso perforen o desgarren la médula espinal, causando daños importantes. Una hernia discal también puede ejercer presión sobre la médula espinal. En accidentes especialmente traumáticos, puede seccionarse la médula espinal; la zona de parálisis de una médula espinal seccionada dependerá de la localización del traumatismo. Según el alcance del daño, una persona con lesión medular puede sufrir lo siguiente:
- Pérdida de sensibilidad en las extremidades
- Pérdida de sensibilidad y parálisis de cintura para abajo (paraplejia)
- Pérdida de sensibilidad y parálisis del cuello para abajo (tetraplejia)
- Espasmos musculares
- Dolor crónico
- Dificultad para respirar
- Dificultad para toser
- Pérdida de control de esfínteres
- Debilidad muscular
- Entumecimiento u hormigueo
- Incapacidad para sentir calor o frío
- Incapacidad para sentir una caricia
- Pérdida de sensibilidad o alteración de las sensaciones
- Actividades reflejas exageradas
- Cambios en la función sexual y la fertilidad
La médula espinal es un órgano complejo encargado de transmitir la información sensorial al cerebro y al cuerpo. Al ser tan complejo, el daño a la médula espinal puede ser difícil de reparar, lo que provoca daños permanentes a muchos de los que sufren lesiones medulares.
Cómo puede ayudar un médico a los lesionados medulares
Si un médico sospecha una lesión medular, puede hacer pruebas de función sensorial y movimiento, hacer preguntas sobre el accidente y realizar pruebas diagnósticas. Estas pruebas pueden incluir radiografías, tomografías computarizadas o una resonancia magnética. Una resonancia magnética es útil para identificar una masa, una hernia discal o incluso un coágulo sanguíneo, cualquiera de los cuales podría comprimir la médula espinal. Un TAC permite ver mejor una anomalía observada en una radiografía.
Una vez transcurrido el tiempo suficiente desde el accidente (para que la inflamación haya remitido), el médico realizará un examen más exhaustivo destinado a determinar el nivel general de lesión de la médula espinal. Se someterá al paciente a pruebas para determinar si puede percibir un toque ligero, así como para medir la fuerza muscular. No hay forma de revertir el daño medular, sin embargo, los investigadores están trabajando en nuevos tratamientos para el daño medular que incluyen medicamentos que pueden promover la regeneración de las células nerviosas, dispositivos de estimulación eléctrica, entrenamiento robótico de la marcha y prótesis. También hay ciertas medidas médicas de urgencia que, en algunos casos, pueden tomarse para reducir el nivel de daño a largo plazo en la médula espinal, entre ellas:
- Inmovilizar inmediatamente la columna vertebral
- Cirugía para estabilizar la columna vertebral y eliminar fragmentos óseos
- Disminuye significativamente la temperatura corporal durante 24-48 horas para ayudar a prevenir la inflamación perjudicial
La mayoría de los lesionados medulares comenzarán la rehabilitación en las primeras fases de la recuperación.
Cómo puede ayudar un abogado experimentado en lesiones medulares de Denver
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