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Según la GAO, los retos son muchos. Entre ellos figuran los problemas para promulgar y hacer cumplir las leyes de seguridad de los conductores adolescentes, el número limitado de programas normalizados de educación vial y las dificultades para implicar a los padres cuando sus hijos adolescentes aprenden a conducir. La GAO hizo una serie de recomendaciones, como elaborar normas de educación de conductores y fomentar la participación de los padres en los programas de conductores adolescentes.

Debido a los recortes presupuestarios y a otras razones políticas diversas, Colorado podría clasificarse como uno de esos estados que afrontan retos para mantener con vida a nuestros hijos. El estado ha tomado medidas en los últimos años para mantener a salvo a los niños, como la prohibición de que los adolescentes envíen mensajes de texto por teléfono móvil y el cambio de las leyes de conducción para limitar el número de pasajeros que pueden ir en el coche de un conductor novel.

Pero otras acciones han perjudicado nuestra capacidad de promover la seguridad. Un ejemplo excelente, en mi opinión: Las clases de educación vial solían formar parte del plan de estudios de los institutos, pero eso se abandonó hace mucho tiempo.

En Colorado se hacen esfuerzos para enseñar a los niños a estar seguros al volante. Vale, aquí va un descarado enchufe para una organización en la que participo y en la que creo. Con sus clases, asambleas y esfuerzos por implicar a los padres de los conductores adolescentes, Alive at 25 (una organización nacional que se fundó en Colorado) está haciendo exactamente eso, ahora mismo. Ayudan a nuestros adolescentes a convertirse en buenos conductores que toman buenas decisiones, y a mantenerse con vida. Compruébalo.

Si quieres un ejemplar del informe de la GAO o más información sobre Vivos a los 25, escríbeme a DLS@dlslawfirm.com, o llámame al (303) 758-4777. También incluiremos uno de nuestros DLS Law SmartKits.