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Enviar mensajes de texto en clase

Todos sabemos que enviar mensajes de texto mientras se conduce no es seguro. Casi todos los estados, incluido Colorado, han declarado ilegal enviar mensajes de texto mientras se conduce y tres de los cuatro estados que no tienen una prohibición absoluta de enviar mensajes de texto tienen restricciones para los nuevos conductores o los conductores de autobuses escolares. A pesar de los peligros, la gente sigue conduciendo distraída.

Además de todo lo que ya sabemos sobre enviar mensajes de texto y conducir, ahora tenemos pruebas biológicas de que enviar mensajes de texto requiere más concentración de la que a algunas personas les gusta admitir. Un estudio reciente en Epilepsia y Comportamiento descubrió la existencia de un patrón único de ondas cerebrales en pacientes que enviaban mensajes de texto utilizando dispositivos móviles de mano.

Este descubrimiento sugiere que enviar mensajes de texto puede requerir suficiente atención como para alterar el funcionamiento de nuestro cerebro. En resumen, las personas que envían mensajes de texto están muy distraídas.

Lee nuestra infografía

¿Por qué nos excusamos para enviar mensajes de texto mientras conducimos?

Según el Departamento de Transporte, sólo en 2014, 431.000 personas resultaron heridas y 3.179 murieron en accidentes de tráfico en los que estaban implicados conductores distraídos. Aunque enviar mensajes de texto no es la única distracción que aumenta el riesgo de accidente (otras son comer, leer o ajustar la radio mientras se conduce), es la más peligrosa porque “requiere la atención visual, manual y cognitiva del conductor”.

Incluso con pruebas de los peligros de enviar mensajes de texto mientras se conduce, seguimos poniendo excusas. Algunas de las excusas más comunes que la gente utiliza para justificar el envío de mensajes de texto y la conducción son:

  • “Este mensaje no podía esperar. Tenía que enviarlo ahora”.
  • “Sólo envío mensajes de texto en semáforos y señales de stop”.
  • “Soy muy bueno enviando mensajes de texto. Ni siquiera tengo que mirar el teléfono”.
  • “Soy el único coche en la carretera. ¿Cómo voy a tener un accidente?”
  • “La prohibición de enviar mensajes de texto es una ley estúpida”.

Ninguna de estas excusas es válida. No importa lo bueno que seas enviando mensajes de texto, si envías mensajes de texto mientras conduces, estás conduciendo distraído. Y los conductores distraídos tienen más probabilidades de provocar un accidente. Es importante estar alerta en las zonas congestionadas, como los campus universitarios. Nunca se sabe quién más puede estar distraído en la carretera. Aunque seas el único coche en la carretera, debes ser consciente de lo que te rodea. En cualquier momento, un ciervo puede saltar a la calle o puedes chocar con un trozo de grava suelta o hielo, y nunca sabes cuándo puede entrar otro vehículo en la calzada. En los semáforos en rojo, tienes que estar atento a los coches y a las personas que te rodean en lugar de mirar la pantalla de tu teléfono. Nunca sabes cuándo otro conductor se saltará un semáforo en rojo o un peatón empezará a cruzar la carretera. En lugar de pulsar enviar mientras atraviesas un cruce, mira a ambos lados.

Deja de poner esas malas excusas y rompe el hábito ahora. Comprométete a conducir sin distracciones colocando el móvil en la guantera o en una bolsa fuera de tu alcance mientras conduces. Nadie, ni siquiera tu jefe en el trabajo, debe esperar que respondas a mensajes de texto mientras conduces. Si es absolutamente necesario responder a un mensaje de texto, detente y busca primero un lugar seguro para aparcar.

Las pruebas biológicas son claras: enviar mensajes de texto mientras se conduce es peligroso

El estudio que muestra el nuevo patrón de ondas cerebrales asociado al envío de mensajes de texto se realizó en la Clínica Mayo de Jacksonville (Florida). Durante 16 meses, los investigadores examinaron y estudiaron las ondas cerebrales en las lecturas de electroencefalografía (EEG) de 129 pacientes. Veintisiete de esos pacientes (21%) mostraban el patrón único de ondas cerebrales durante el envío de mensajes de texto.

Para el estudio, se pidió a los pacientes que completaran una serie de tareas sensoriomotoras y cognitivas asociadas a la comunicación. Los pacientes enviaron mensajes de texto, hicieron llamadas de móvil y golpearon con los dedos y pulgares imitando el uso del teléfono móvil. Los investigadores también observaron las ondas cerebrales mientras los pacientes realizaban cálculos mentales y movimientos oculares. El patrón único de ondas cerebrales sólo se producía mientras los pacientes enviaban mensajes de texto, no cuando hacían llamadas de voz, hablaban, completaban cálculos matemáticos mentalmente o simplemente movían los dedos.

El nuevo patrón de ondas cerebrales se produjo tanto con teléfonos móviles como con dispositivos móviles más grandes, como los iPads. El Dr. William Tatum, autor principal del estudio, dijo en una rueda de prensa en la reunión de 2015 de la Sociedad Americana de Epilepsia: “Creemos que los mensajes de texto activos crean en realidad un potencial electrofisiológico exclusivo de algún tipo de dispositivo electrónico personal.” Los investigadores de este estudio plantearon la hipótesis de que las pequeñas pantallas de los dispositivos móviles causaban el nuevo patrón de ondas cerebrales porque requieren una concentración intensa. Este experimento muestra datos exclusivamente sobre los mensajes de texto. Nuevas aplicaciones como Pokémon Go se han puesto de moda y pueden distraer mucho más.

Según el Dr. Tatum, “ahora existe una razón biológica por la que la gente no debería enviar mensajes de texto y conducir: enviar mensajes de texto puede cambiar las ondas cerebrales”.

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