Los daños económicos son las pérdidas económicas reales, como las facturas médicas, el coste estimado de la atención médica futura determinado por especialistas, la pérdida de salario/sueldo, el lucro cesante futuro, los costes de los medicamentos, etc. No hay límite para la indemnización por daños económicos: mereces que te paguen tanto si tus daños ascienden a 100 como a 1 millón de dólares.
Los daños no económicos se refieren a las pérdidas que sufres en términos de dolor y sufrimiento, la pérdida de la capacidad de hacer las cosas que solías hacer normalmente, incluso el efecto que tus lesiones han tenido en tus relaciones con otras personas, como tu cónyuge. En su errónea creencia de que las personas lesionadas sólo pretenden enriquecerse a costa de su dolor y sufrimiento, los legisladores de Colorado han limitado el importe de la indemnización que puedes recibir por daños no económicos a algo menos de 500.000 $. (En circunstancias especiales, un juez puede conceder daños no económicos de hasta algo menos de 1 millón de dólares).
El deterioro físico es una tercera categoría distinta de daños por lesiones personales. El deterioro físico puede ser un poco difícil de definir específicamente, pero en general puede incluir la desfiguración cosmética, como cicatrices, un trastorno o afección que merme tu capacidad para vivir la vida como lo hacías antes de la lesión, como una pierna lisiada, o la pérdida de una o más partes del cuerpo. Al igual que los daños económicos, la indemnización por daños físicos no tiene límite.
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