¡Conoce a Darinka, nuestra ganadora de la beca 2019!
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Universidad a la que asiste: Universidad Estatal Metropolitana de Denver de Justicia Penal
Ensayo ganador de Darinka:
Nunca imaginé que enviar mensajes de texto y conducir sería la razón de mi peor recuerdo. En 2017, empecé a ir en coche a todas partes, disfrutando de mi casi edad adulta. Tener una gran responsabilidad me hizo ver la vida de otra manera, puesto que ya no era una niña. El primer sermón que me dio mi madre fue sobre enviar mensajes de texto y conducir y cómo puede arruinar la vida de alguien en cuestión de segundos. Nunca pensé que enviar mensajes de texto y conducir pudiera ser tan peligroso porque creía que se exageraba demasiado. Ignoré las palabras de mi madre sin vacilar y comencé mi “aventura” por mi cuenta. Mi egoísmo pudo conmigo y dejé mi responsabilidad y cautela en casa cuando más las necesitaba. Pensé: “¿Qué puede ser lo peor que me pase a mí o a los demás mientras envío mensajes de texto y conduzco?”. Pronto se respondería a esa pregunta.
Enero de 2017, justo una semana después de empezar a conducir. Mi mejor amigo y yo hicimos planes para ir a comer después de que él terminara de ir a este evento automovilístico. Era una hermosa tarde de domingo con tantas cosas sucediendo a la vez. Pasaron unas horas, y nunca recibí una llamada telefónica o un mensaje de texto suyo diciendo que estaba de camino. Llegó la noche y decidí irme a dormir, ya que tenía colegio por la mañana. Al día siguiente, le busqué por todas partes, pero no había ni rastro de él. Llegó la hora de comer y me senté delante de la oficina con mis amigos. Mientras cotilleaba con mis amigos, algunos de mis compañeros fueron corriendo a la oficina principal diciendo que alguien había tenido un accidente de coche y había fallecido. Inmediatamente empecé a suponer que se trataba de mi mejor amigo. Le envié un mensaje y vi que no había estado activo durante 17 horas, lo que no era habitual en él, porque siempre me enviaba un mensaje de buenos días. Recé a Dios para que no fuera él. Acto seguido, recibí un mensaje de texto de mi amigo diciéndome que era él quien había tenido el accidente de coche. Me pregunté cómo había podido ocurrir. ¿Por qué tan pronto? Pero eso me hizo darme cuenta de que mi madre tenía toda la razón sobre enviar mensajes de texto y conducir. Mi mejor amigo perdió la vida muy joven porque otra conductora decidió enviar un mensaje de texto mientras conducía.
Todos los planes que teníamos el uno para el otro nos fueron arrebatados en cuestión de segundos. Su muerte me hizo darme cuenta de que si envío mensajes de texto y conduzco, puedo causar a otra persona el dolor que el otro conductor me causó a mí. Desde que ocurrió el accidente de coche empecé a responsabilizarme más al conducir, porque nunca sabes cuándo te puede tocar a ti. Han pasado 2 años y sigo pensando en las emociones que me rodeaban y en la idea de que nunca iba a volver a verle. No le desearía este dolor a nadie porque es un dolor del que nunca te vas a librar.
Antes de conducir, me aseguro de que no hay mensajes o llamadas importantes a los que tenga que responder para no distraerme. Si hay una emergencia y un familiar me llama o me envía un mensaje de texto, me aseguro de aparcar en un lugar legal para contestar. Ha habido veces en las que he estado en una autopista y he recibido una notificación con un texto importante. La mejor decisión que puedes tomar es parar en la gasolinera más cercana y contestar. Si el SMS o la llamada no son importantes, pueden esperar. Otra forma de evitar enviar mensajes de texto y conducir es instalar bluetooth en tu sistema de radio para que puedas responder a las llamadas telefónicas con un botón en el volante. El Bluetooth puede ser muy práctico y no es caro.
Además, si tienes a alguien contigo mientras conduces y recibes una llamada telefónica, debes dejar que conteste al teléfono por ti. Mis amigos y yo lo hacemos de vez en cuando porque no distrae al conductor y no pones tu vida en peligro. Sin embargo, cuando el conductor recibe un mensaje de texto, el pasajero suele leerlo en voz alta para el conductor. El conductor escucha al pasajero y le dice lo que debe teclearle. Esto ayuda mucho porque no hay muchas distracciones y el conductor sigue mirando la carretera sin mirar a un lado y a otro. Mucha gente puede pensar que el brillo de la pantalla no importa. Sorprendentemente, importa mucho, incluso por la noche. Ha habido veces que es de noche y mi teléfono recibe una notificación que hace que se ilumine. La luz puede deslumbrarte/enceguecerte en medio de la carretera y puede provocar un accidente de tráfico grave. Hay múltiples formas en tu teléfono de desactivar el brillo y siempre están en tus ajustes/configuraciones.
Un paso sencillo que puedes dar para no enviar mensajes de texto y conducir es poner el teléfono en modo “No molestar”. Puedes activarlo y desactivarlo fácilmente y este modo evita que recibas notificaciones sobre los mensajes de texto y las llamadas telefónicas que recibas. Puede ser superútil porque no daña tu teléfono y está pensado para que no te distraigas. Hay múltiples formas de evitar distraerse mientras se conduce. Si eres un conductor distraído ocasionalmente, te sugeriría que probaras música que no distraiga tanto y sea más tranquilizadora. La música tranquila puede quitarte la ansiedad y los miedos porque estás concentrado sobre todo en el ritmo. Ser conductor implica mucha responsabilidad, porque pones en peligro tu vida y la de los demás. Correr, acelerar y saltarse semáforos en rojo no es algo responsable. Ser precavido con tu entorno es una tarea importante y un recordatorio importante para ti mismo mientras conduces. La vida de las personas importa y la tuya también.